La liebre estaba echada, solo faltaba abrir las jaulas y sentir los primeros jadeos de la mañana, pronto empezaban los ataques; un Miguel prueba nada mas salir de San Boí abrir hueco, Juanito sin perdón le agarra la rueda mientras los demás vamos cogiendo temperatura en las piernas, el ritmo ya no iba a bajar mas, en la rotonda de la cruz roja hay una ligera confusión pero se reagrupa de nuevo el grupo, el aire frío nos ayuda a favor en todo el recorrido, en el primer puente de la autovía Luky look arranca con fuerza y abre hueco, arranco con fuerza y arrastro al grupo hasta cogerlo, empieza a doler las piernas y la respiracion se complica con tantas babas, Guindillin ataca y abre un hueco importante, intento arrancar pero no me consigue entrar el 11, pues con el 12 coño!, con mucho dolor alcanzo su rueda, en el grupo se siente el sufrimiento, paso a la ofensiva; en la incorporación a la autovía no bajo el ritmo, nos dirigimos hacia la terminal, territorio rodador, aquí Luky look pasa a la ofensiva y marca un ritmo que sera el que de la estocada en el grupo, seguidamente sin cortar, Guindillin vuelve a dar una vuelta de tuerca, cogiendo el rebufo de un autobús y poniéndome en aprietos para poder seguirle la rueda, el grupo por detrás entra en otra guerra, sin mirar hacia atrás noto que vamos solos y el único que nos alcanza el Luky look, es aquí donde comienza la maquinaria a trabajar de verdad y en la autovía sin mucho en tendimiento hacemos relevos muy debastadores por encima de 45km/h casi al limite, pero amigos; aquí esta la diferencia, de como en un momento casi de parada de pensamiento, Guindillin da la orden de realizar los relevos mas cortos, divino tesoro este chaval, ojala tenga suerte en este deporte tan sufrido.
La situación cambia, el ritmo es el mismo pero las recuperaciones son mucho mas profundas y las pulsaciones bajan considerablemente, el entendimiento es claro y rápido, llegamos a pie de costas y comienzan las primeras rampas, seguimos los tres unidos, Luky look da a entender que su intención es llegar hasta el puente de la autopista con nosotros, pero una mala interpretación de Guindillin en este comentario hace que tire vaciándose en el garraf y quedandose sin fuerzas para continuar el ritmo. ¡ lastima ! luky look y yo continuamos la ascensión hasta la maladona y en las piernas se empieza a notar la fatiga de los kilómetros pasados, coronamos y hacemos el descenso al mismo ritmo, pedaleando con las pulsaciones altas, afrontamos la ultima rampa de Vallcarca, la de los cactus, animo a luky look a seguir hasta el final, el dolor poco importa, quedan pocos kilómetros y es mas la satisfacción de llegar con fuerza que otra cosa, al final llegamos los dos a la gasolinera pensando mas en que hay tenia que haber llegado con nosotros Guindillin, por que el esfuerzo en la autovía y la decisión de como afrontarla fue determinante en la escapada.
el cronista: Alfonso.
