P.C. Madurga

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Amigos y ciclistas

jueves, 5 de noviembre de 2009

Esto clama al cielo

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No es la primera vez que Óscar Pereiro se ve en un situación más que surrealista a la hora de pasar un control antidoping. Pero la de la semana pasada, como revela La Voz de Galicia, se sitúa en un punto difícil de superar. El corredor gallego se encontraba en una cena con sus amigos en Santiago de Compostela cuando los doctores de la UCI se presentan en su domicilio para realizar un control por sorpresa.

Como rige la normativa los corredores sólo están obligados a estar localizados durante una hora al día y en un lugar concreto. "De siete a ocho y en mi propio domicilio", apunta el ganador del Tour de Francia del 2006. De esta forma, los inspectores del ente internacional se personaron en el restaurante donde Pereiro cenaba con sus amigos.

El corredor gallego puso todo de su parte para realizar el control, pero siempre que se respetase su intimidad.

Óscar se negó a trasladarse a un hotel, como le sugirieron los 'vampiros', "ya que no estaba obligado a ello y estaba con mis amigos", comenta el ciclista de Mos. No obstante, y dada la persistencia de los médicos en realizar el control Óscar accedió a hacerlo en el propio local donde se encontraba, pero dado que los servicios de éste eran demasiado pequeños para tal efecto finalmente se realizó en pleno pasillo. Control de sangre y orina ante la sorpresa del resto de comensales. Lo dicho: surrealista

Extraído del diario Marca

2 comentarios:

R4expo dijo...

Si palabras, y las que me surgen son ilegibles, alguien sabe lo que está pasando, los tenistas se proclaman al público cuando nadie se lo pide, y los ciclistas tenemos que ser yonquis por que sí...
Y en la puerta quién le esperaba, la Guardia Civil para soplar...

Anónimo dijo...

Esto parece el camarote de los hermanos marx, incalificable.